Tomado de DIARIO DEL YAQUI- Sebastián Moren
Con la aplicación de las matemáticas y la astrofísica es como los científicos pueden determinar con precisión de centésimas de segundo cuando ocurrirán los eclipses solares y de luna.
El maestro Pablo Armando Loera, del área de Astronomía de la Unison, explicó que tienen documentados estos fenómenos hasta por 5 mil años gracias al estudio de las órbitas de los cuerpos y retomando la información ancestral de los mayas y la cultura griega que se reforzó con la ciencia actual.
Este 8 de abril del 2024 la comunidad científica mundial está concentrada en el eclipse que será visible en una franja de México que abarca los estados de Sinaloa, Durango y Coahuila en su máximo nivel de oscuridad mientras que en el Noroeste del país se verá parcialmente.
En la zona Noroeste de México que abarca Sonora, el fenómeno de ocultamiento del Sol por la Luna iniciará a las 9:59 con 57 segundos y terminará a las 12:33 con 37 segundos con su punto de mayor ocultamiento a las 11:14 con 47 segundos.
Desde semanas previas las autoridades y científicos han alertado de los riesgos de observarlo de manera directa, lo que puede provocar la perdida de la visión total o dejar daños irreversibles parciales como el que el afectado vea solamente sombras.
La oftalmóloga Aline Ochoa explicó que el exponerse directamente al impacto de los rayos ultravioleta que emanan del Sol, afectan parte del sistema de visión y no hay manera de recuperarse.
“La retinopatía solar se caracteriza por la afectación de las capas más externas de la retina. El Epitelio Pigmentario de la Retina (EPR) absorbe un porcentaje importante de las radiaciones solares.
“Eso lleva el consiguiente aumento de la temperatura de los tejidos de las zonas circundantes, produciendo daño térmico”, expuso.
Por otro lado, indicó que las ondas de alta energía y los bajos niveles de ultravioleta A (UVA) o radiaciones cercanas a los UVA (320-400 nm) son responsables del daño fotoquímico.
“En general, se cree que la afectación de la retina podría ser el resultado de la combinación de daño térmico y fotoquímico. La radiación solar produce daño puntual en los melanosomas apicales del EPR seguido de alteraciones en el segmento más externo de los fotorreceptores foveales”, dijo.
La retinopatía solar se presenta poco después de la exposición inicial, con síntomas que incluyen agudeza visual reducida, escomas centrales, cromatopsia, fotofobia y metamorfosia.
“Se caracteriza de forma aguda por una lesión foveolar amarilla en el examen del fondo de ojo”, mencionó.
Este documentado que la observación directa de eclipses, sin protección ocular adecuada, puede provocar retinopatía solar aguda.
“En muchos casos los cambios son reversibles, pero la retinopatía solar puede provocar una discapacidad visual duradera”, aclaró.
LA CIENCIA EN LOS ECLIPSES
La investigación y documentación científica de los eclipses de sol y de luna data de miles de años, expuso el maestro Pablo Armando Loera, del área de Astronomía de la Unison.
“Es aplicar la matemática y la aritmética de manera directa a la observación de los cuerpos estelares, lo hicieron los mayas hace siglos y lo hicieron mucho antes los griegos en sus observaciones”, indicó.
Hay ciclos conocidos como Saro (llamados así por ser el lugar donde se localizaron los primeros registros de eclipses).
Un ciclo de Saro equivale a 18 años, 11 días y 8 horas y deja un patrón similar del comportamiento de un eclipse porque es el ciclo de los astros.
“Cada tres ciclos (equivalente a 54 años naturales) lo que cambia un poco la zona de impacto porque en ese período se mueve la posición de la luna y eso genera que la sombra que se proyecta sobre la tierra cambia de lugar un poco”, explicó.
Esta aplicación científica de la aritmética y las matemáticas data desde la antigua Grecia, dijo, ya que se descubrieron patrones de observación que cumplen con todo el rigor científico.
Pero en esto de los eclipses las cosas son más complejas ya que hay varios ciclos de Saros aplicando las leyes del Universo.
“Un Saro implica un lapso de mil 226 a 1550 años de duración con el mismo patrón de movimiento de las trayectorias de la tierra y la luna en sus órbitas, de tal suerte que al año hay dos fenómenos lunares y dos solares.
“Lo que cambia es la zona de la tierra donde se refleja, como el caso de este del lunes lo tendremos visible en esta parte de México y habrá otros que son visibles en el Pacífico Sur o en otras regiones del planeta”, indicó.
Una vez que un Saro ha cumplido sus ciclos (los mil 550 años), hay que hacer los ajustes para poder determinar las fechas exactas (con año, mes, día, hora, minuto y segundo) de los siguientes eclipses, así como la zona donde será visible.
“La ciencia permite establecer esos datos por lo menos a 5 mil años de distancia, simplemente aplicando la aritmética y todo lo que se conoce de los desplazamientos de los planetas en sus órbitas”, mencionó.
EL MECANISMO ANTIKYTHERA
Lorenzo Holguín, astrofísico y maestro de la escuela de Astronomía de la Universidad de Sonora, explicó que el funcionamiento del dispositivo llamado Antikuthera instalado en Hermosillo, muestra como hace miles de años, los griegos tenían la precisión para determinar los momentos de los eclipses.
Llamado de esa forma porque fue en la isla griega de ese nombre donde en 1901 hallaron una caja de madera en cuyo interior pudieron conocer el mecanismo hasta la década de los 70-80s gracias a los Rayos X, el dispositivo de engranes muestra la mecánica de los eclipses.
Con la tierra aparece como el centro del universo porque en ese tiempo así se pensaba y había 5 planteas conocidos (aproximadamente 2 siglos Antes de Cristo, según monedas encontradas en el naufragio donde estaba el equipo).
En la réplica hecha el año pasado e instalada en la Universidad de Sonora, se observa como las manecillas marcan ya casi el momento justo del eclipse que veremos este lunes.
“Es una muestra de la ciencia que tenían los griegos hace cientos de años y que con la tecnología actual vemos que coincide”, refirió el especialista.
El equipo muestra las órbitas de la luna, supuestamente la del sol y la de los otros planetas conocidos en ese tiempo, tomando como centro del universo a la tierra.
A pesar de ese error histórico, se cumple con los ciclos de las fechas de los eclipses que se han registrado y sin duda que seguirá marcando la de los venideros.
¡MUCHO CUIDADO!
Este eclipse debe verse con las medidas de prevención elementales:
- Usar filtros avalados por especialistas
- No debe observarse de manera directa
- Puede ser monitoreado en infinidad de páginas de Internet e incluso en los canales de TV que harán transmisión
- En instituciones como la Unison habrá dispositivos especiales y orientación de científicos para su observación
- El siguiente eclipse con características similares ocurrirá el 30 de marzo del año 2052
En fechas próximas vienen estos eclipses visibles en Sonora:
17 de septiembre 2024
13 de marzo 2025
3 de marzo 2026
27 de agosto 2026
17 de agosto 2027
11 de enero 2028
